La congelación de dosis seminales se realiza en la explotación donde se encuentra el animal de manera que las pajuelas quedan en el termo del ganadero/propietario en el mismo día que se hace la extracción del semen.
Se realiza con el objetivo de asegurar la reserva genética de un animal mejorante.
Para la extracción de semen y su posterior congelación, es necesario que el animal esté en reposo sexual de al menos cinco días, siendo muy recomendable la aplicación de vitamina E.
Al igual que el espermiograma, la extracción del semen es por electroeyaculación (en bovinos) o por vagina artificial. Una vez recogido el eyaculado, se realiza la valoración del mismo (anteriormente mencionada) y si la muestra es de calidad se procede a su procesado.
Otra opción de la disponemos es la extracción de semen post-mortem. En ocasiones en que un semental muere en la explotación o acude al matadero tenemos la posibilidad de recoger el semen con capacidad fecundante que se encuentra en el epidídimo testicular.
La recogida de los testículos se debe hacer lo antes posible y aportando todo el contenido escrotal (testículo y la mayor proporción posible de cordón testicular). El material recogido se debe mantener en refrigeración y tenemos un margen de hasta 24 horas para procesar la muestra.
Las pajuelas deben ir identificadas con la raza, el nombre, código genealógico, la fecha de congelación y el código de explotación en donde se encuentra. Por tanto, necesitamos conocer estos datos cuatro días antes de la extracción.
Del mismo modo, debemos aconsejar previamente a la congelación realizar una toma de muestras para conocer el estado sanitario del animal y descartar la existencia de enfermedades de transmisión sexual.
Una vez realizada la congelación, las dosis se entregan al ganadero/propietario y descongelamos una en presencia del ganadero para conocer su actividad celular.